
De esta forma UPN da en esa carrera desenfrenada con sus competidores de la derecha por aparecer como los más recalcitrantes, un paso que todavía no había nadie de forma expresa. La propia AVT, dirigida ahora tras el cese de Alfonso Sánchez por una de las más ideologizadas representantes del integrismo y de la nostalgia postfranquista, ha hablado estos días de impedir "beneficios penitenciarios" tras la disolución de ETA, pero no había mencionado el acercamiento. Al igual que el Frente Nacional ha sido la excepción frente a los propósitos de Macron de acercar progresivamente a los presos en territorio francés, UPN se apunta a la política de la mayor crueldad posible para los presos y sus familias, a pesar de que la distancia media de respecto a sus lugares de origen es actualmente mayor que cuando la organización actuaba. Una posición, en definitiva, de inadaptación a la inexistencia de ETA y de oposición a la normalización y a la convivencia, de la que tal vez no recojan finalmente ningún rédito político.
Praxku