La sesión parlamentaria de la víspera de San Juan echó el cierre al proceso de constitución de lo más sustancial del entramado institucional navarro. De la manera que nunca hubiéramos querido pero todos intuíamos desde antes de comenzar la campaña electoral y mucho más al escuchar el discurso hueco del PSN postulándose por sí sólo como alternativa del cambio o con la trampa dialéctica de señalar a Izquierda-Ezkerra como único aliado posible para materializarlo. Sabían muy bien ya entonces que sin Bildu no iban a dar los números y ahí encontraron la excusa: las posibilidades numéricas no se correspondían con las políticas. La decisión ya estaba tomada de antemano desde fuera de Navarra. (klik egin-ver más)
Praxku