
El perro, un mestizo con parte de grifón, fue arrojado al Arga poco antes de las dos de la madrugada. Un grupo de jóvenes se encontraba en el puente, entre ellos su entonces dueño, y uno de sus amigos le pidió que le dejara tirarlo al río. “Ya verás cómo sale nadando”, le dijo. El dueño accedió y su amigo lo lanzó al agua desde una altura superior a los ocho metros. “Desde esa distancia, el impacto con el agua no es ninguna tontería”, explican desde la Guardia Civil. El perro sobrevivió y alguien dio aviso a las autoridades. Una patrulla de la Policía Municipal de Funes recogió al animal y los agentes de la Compañía de la Guardia Civil de Tafalla identificaron a los dos jóvenes, imputándoles por un delito de maltrato animal. El cachorro fue trasladado a un centro veterinario, donde se le realizó una exploración. Y a partir de ahí, se empezó a buscarle una nueva familia.
Diario de Navarra