
Según los resultados definitivos, en el archipiélago colonizado en 1853 los votos favorables a la independencia alcanzaron el 43,6% de los emitidos, mientras quienes la rechazaron obtuvieron el 56,4%.
Las encuestas preveían para el «no» una amplia victoria entre el 63% y el 75%, muy por encima de su resultado final.
Además, con una participación masiva, del 80,63% del censo, esta «derrota dulce» fue recibida por el independentismo como un aliciente para insistir en su lucha contra el colonialismo francés y demandar otro referéndum, como lo prevé el acuerdo de Noumea (1998), que recoge la posibilidad de organizar dos consultas más en los próximos cuatro años. (klik egin-ver más)
GARA