
Hace unos días tres terroristas israelíes asesinaron a dos policías árabes en Jerusalén. La prensa española no lo contó así pero el que dice la verdad soy yo y ellos también.
Ambos decimos medias verdades pues los cinco muertos eran de nacionalidad árabe y ciudadanía israelí.
Pero el Estado de Israel en prevención de la vida de sus servidores (los policías) y fiel a su política de defensa basada en el bíblico ojo por ojo, decidió restringir el acceso a la mezquita de Aal Aksá. Este es el tercer lugar mas sagrado para el Islam, después de La Meca y Medina. No ha debido de acordarse la autoridad competente israelí de lo que sucedió hace algo menos de diez siglos en la misma ciudad cuando también se decidió restringir el acceso a los peregrinos cristianos.
En el siglo IV el emperador del Imperio Romano de Oriente se bautizó y pasó de creerse un dios a creer en Jesús como el Dios verdadero y se encontró con que los santos lugares del cristianismo estaban en su territorio, Belén, Nazaret y sobre todo Jerusalén. Peregrinos judíos y cristianos llevaban siglos acudiendo allí, los segundos de manera ilegal hasta su legalización. Siglos después los Árabes Omeyas primero y los Abásidas,
que también eran árabes conquistaron la ciudad, sin cambiar sus leyes de recepción de peregrinos pero priorizando a sus propios creyentes los musulmanes. Como también llegaron inmigrantes permanentes la ciudad se fué arabizando e islamizándose, dos siglos después la ciudad tres veces santa fue conquistada por los turcos selyúcidas y decidieron restringir el acceso a los cristianos.
De entre los miles de peregrinos ultrajados e indignados surgió un cabecilla o un gran líder Pedro el Ermitaño que predicó la guerra santa para liberar los santos lugares. Unos cien mil hombres con cruces le siguieron, por eso sus seguidores son conocidos como cruzados y la serie de guerras que provocaron para liberar Jerusalén son conocidas como Cruzadas y de aquellos lodos..... Bueno, saquen ustedes conclusiones. Joseba Murillejo