
La historia de la recientemente coronada campeona de Roland Garros comienza con un viaje, el de su padre, José Antonio Muguruza, cuando decidió dejar su Eibar natal y salir a buscar fortuna en las américas como ya lo hicieran muchos vascos anteriormente. Se estableció en Venezuela, conoció a Scarlett Blanco y de esa unión nacieron sus tres hijos: Igor, Asier y la más pequeña, Garbiñe. Propietario de una empresa de metales, el tenis entró en casa de la mano de sus propios retoños, ya que su verdadera afición ha sido la pelota vasca. (klik egin-ver más)
orain.eus