martes, 28 de octubre de 2008

LA HOSTELERÍA CAE UN 20% EN GIPUZKOA


Si hace unos meses se salía a cenar fuera el viernes y el sábado, ahora se opta, si acaso, por uno de los dos días. Si hace unos meses se intentaba echar un vistazo a la carta, ahora los ojos van directamente al menú o al plato combinado. La imparable caída del consumo ha provocado que la actividad de los bares, cafeterías y restaurantes del País Vasco haya caído entre un 18% y un 20% en el último año, lo que podría llevar al sector hostelero guipuzcoano a cerrar el año con cerca de 2.000 empleos menos. Un motivo más de inquietud que los hosteleros vascos quieren que escale puestos en la agenda de preocupaciones de las administraciones.
Con una crisis económica de dimensiones cada día más inciertas, el sector hostelero vasco asume que debe desarrollar una serie de actuaciones -mejor atención al cliente, limpieza de los locales, ahorro de costes en suministros...- para hacer frente a la caída de la actividad. Asumida la necesidad de marcar la diferencia ante los competidores, la Federación de Hostelería de Euskadi exige a las instituciones medidas «eficaces y visibles» y denuncia que, hasta la fecha, no se haya hecho «ni una sola mención al sector» por parte de las administraciones. «No sólo tienen que hablar de Nissan o de Fagor, sino también de las microempresas, como bares y restaurantes, que puede enfrentarse a un entorno insostenible a medio plazo», explica el secretario general de la Federación, Angel Gago.
Tras unos años de «permanente crecimiento», el empleo del sector se ha reducido en un 6% que podría llegar hasta el 11% a final de año. Si en 2002 el empleo estimado ascendía a 46.817 personas y en 2007 se elevó a 54.000, se espera concluir el ejercicio con 48.000. En Gipuzkoa, el sector pasará de 18.000 empleos a 16.000.
Gago puso ayer sobre la mesa las necesidades y retos que tiene ante los próximos años la Federación de Hostelería de Euskadi, un colectivo que incluye alojamiento, pequeña hostelería y ocio nocturno. La crisis, sin embargo, no entiende de sectores. Si la pequeña hostelería constata una caída del 18%, el subsector de alojamiento registra un ligero descenso en la actividad «que crea inquietud», porque «se percibe que el número de reservas para el año siguiente es más bien escaso». «En un periodo de tiempo de seis, ocho o diez meses no existe una percepción de movimiento de reservas interesantes», señala Gago.
Economía sumergida
El sector hostelero vasco llama la atención sobre el hecho de que, pese a que el 97,98% de las más de 15.000 empresas del sector cuentan con menos de 20 empleados -restaurantes, cafés, bares y ocio nocturno-, no ha habido «ni una sola mención que vaya específicamente, que sea medible, que vaya a esos miles de autónomos que son estas sociedades». «Se ha oído hablar de China, del automóvil, pero del sector nada», insistió. La falta de soluciones o alternativas para afrontar la crisis podría llevar a los empresarios, según manifestó, a un riesgo de que se recurra a la «economía sumergida».
Entre las posibles soluciones, los hosteleros recuerdan que los bares de ocio nocturno «tienen todos los factores en contra: cambio de costumbres, inseguridad, horarios de cierre, son algunos de ellos». En opinión de la federación, el Gobierno Vasco definitivamente debe actuar prorrogando los horarios de actividad». Los hosteleros vascos abogan por acompañar un aumento del horario de cierre con un incremento de la seguridad ciudadana. «Los partidos políticos, incluso el Gobierno, deben instar al poder legislativo a que actúe, ante la situación de inseguridad ciudadana, modificando las leyes, castigando a quienes porten armas y estableciendo un Código Penal y un conjunto de actuaciones policiales que tengan amparo y protección en este código».

El Diario Vasco

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