La crisis económica que afecta seriamente al sector de la automoción ha dado una nueva vuelta de tuerca en la factoría que Fagor Luzuriaga tiene en Tafalla, al acordar la empresa de fundición doblar los días de cierre que ya practica para evitar así que se acumulen en el almacén más bloques de motor sin salida.
La propuesta expuesta a los 700 operarios de la principal empresa de la Merindad pasa por no acudir al puesto de trabajo durante cuatro días al mes, dos más que los que se hacían desde mediados de septiembre cuando comenzaron a bajar los pedidos de los clientes.
De esta forma, la fábrica de Tafalla perteneciente al grupo cooperativo Mondragón permanecerá inactiva todos los viernes del mes hasta que no se despeje el incierto panorama que afecta a la automoción, sector en el que las ventas han caído un 30% en el último mes.
Los trabajadores tendrán que suplir estas jornadas con vacaciones que tengan pendientes durante este y el próximo año. Los empleados, muchos de los cuales pasaron en febrero de 2007 a ser socios cooperativistas, han optado por el cierre parcial para, de momento, no poner en peligro la continuidad de un centenar de personas contratadas de forma eventual.
“No sabremos si podremos aguantar mucho tiempo”, han declarado responsables de Tafalla Fagor Ederlan Sociedad Cooperativa ante el aleatorio panorama que acecha al mercado. A comienzos de este mes, la empresa no renovó el contrato de una veintena de eventuales que se habían incorporado en verano para reforzar la plantilla.
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