Hoy ha comparecido el agente que faltaba en esta diabólica situación resultante de las elecciones vascas. Mientras el PP en su escalada de exigencias habla ya de cambios imprescindibles en ETB y en Educación para dar sus votos, Arnaldo Otegi aparece para recordar a quien pudiera haberlo olvidado que el MLNV se dispone a intervenir en el nuevo escenario que se avecina. En el escenario que seguramente ellos esperaban y preferían. Más lejos del acuerdo por la paz y la normalización que la mayoría queríamos y al borde de una involución política cuyos límites es difícil precisar, pero más abierto para quienes consideran todos los avances institucionales y sociales de tantos años de autogobierno poco menos que un estorbo.De nuevo anuncian su “intención de construir una estrategia de acumulación de fuerzas para poner en marcha un proceso democrático en Euskal Herria que permita, a través de la negociación y el acuerdo, que todos los proyectos políticos sean materializables”. Es decir, una nueva versión de Lizarra.
No le arriendo la ganancia. Porque si alguna lección pudimos extraer de la experiencia de Lizarra, es que siendo deseable y necesario incorporar a toda la izquierda abertzale a la búsqueda de un acuerdo democrático, hay que huir como del aceite hirviendo de planteamientos excluyentes y no olvidar que cualquier solución tiene que estar basada en el objetivo de buscar la convivencia de las distintas identidades nacionales y culturales en una sociedad plural y compleja . Es ETA en primer lugar la que sobra para ir por ese camino. Pero el MLNV tendrá que comprender además que para poder aspirar ellos a liderar ellos nada, tienen pendiente todo un proceso de revisión ideológica y estratégica.
Es un excelente vendedor Arnaldo, pero mientras no mejore el producto que ofrece no nos va a vender ni un peine.
Praxku
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