
A primera vista, todo invita a hacerse partidario de Musavi, presentado como líder de una revuelta democrática, frente a Ahmadineyad, malo malísimo de la política internacional desde hace años. Pero a poco que rascas, empiezan las dudas. (klik egin-ver más)
Isaac Rosa (Público)
No hay comentarios:
Publicar un comentario