Cuando digo que soy maestra de 1º de primaria, la gente en general responde con un “¡ah!” tan soso, que me gustaría expresar:
¿Dónde más podría atar lazos al pelo, ajustar cinturones, y ver un desfile de modas a diario?
¿Dónde, aunque siempre me vista de la misma manera, me dirán que mi vestido es bonito?
¿Dónde sino es aquí, me abrazaría un apuesto jovencito y me diría que me quiere?
14 de abril
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