Con el dinero nadie juega. El aficionado apostante se puede dejar llevar por la euforia, pero cuando las empresas que se dedican a eso tiran prácticamente el dinero es porque lo ven muy claro. Esto sucedía hoy nada más comenzar el partido de Lekunberri. Con el 4-0 de González ya cantaban momios de 100 a 20 cuando la superioridad no era tan manifiesta en el juego. Animado por sus incondicionales, hoy mayoría en el frontón, Iñigo se ha rehecho, y tras abrir perfectamente una pelota alcanzada con mucho mérito junto a la pared, se ha ido desde el 5-10 hasta el 16-10, con 3 saques, varias dejadas preciosas al ancho, una volea inapelable al txoko y varios otros tantos de bella factura. El dinero ya estaba por el de Santacara, pero tras írsele una pelota a la chapa, González ha sacado una pelota tosca y difícil de mover con la que ha hecho mucho daño hasta empatar en el cartón 16. La racha del de Iparralde ha terminado tras escapársele una pelota a la contracancha. Lo mismo le ha sucedido poco después a Iñigo con el 18-17 en un tanto que ha podido ser decisivo. En los últimos tantos quizás le ha pesado un poco la presión y ha cometido varios de los pocos fallos que ha tenido a lo largo del partido. Al final, 19-22, pero hasta entonces nadie sabía qué podía pasar, por lo que algunos habrán respirado. Seguro que el año que viene serán un poco más cautos porque ya han visto que es alguien en el cuatro y medio Iñigo Díaz Ibiricu.
Praxku
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