El triunfo de la selección española ha desatado una reacción del nacionalismo español nostálgico de tiempos que hacían obligada la manifestación pública del sentimiento por la patria única. Pero la realidad es terca. Porque se ha visto que Catalunya quizás podría haber llegado lejos si hubiese podido participar. España es un estado conformado por varias naciones. Y podrá seguir existiendo en la medida en que se reconozca su pluralidad identitaria, cultural y lingüística con un status jurídico adecuado a esa realidad. Incluidas las selecciones deportivas. Y ni uno ni veinte triunfos de "la roja" conseguirá que detengamos esa reivindicación.
Praxku
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