La calma no regresa a la Iglesia guipuzcoana, donde el sector mayoritario observa con una mezcla de enfado e incredulidad la actitud provocadora del obispo. Mientras continúan los movimientos para arropar al teólogo y ex vicario José Antonio Pagola, a quien la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe no ha otorgado la licencia para publicar un segundo libro, José Ignacio Munilla ha impuesto al Consejo Presbiterial el traslado de tres seminaristas a Iruñea.
Agustín Goikoetxea, en GARA
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