El Opus Dei ha evolucionado bastante a lo largo de su historia tal y como explico en mi reciente libro del mismo título. En el primer franquismo, años cuarenta y primeros cincuenta, la religión ocupaba un lugar importante en España y no solo por la alianza de los eclesiásticos con la dictadura sino porque, en un país pobre, sin televisión, sin dinero, los actos religiosos gratuitos ocupaban el ocio de hombres y mujeres.
En la Facultad de Derecho de Madrid, los jóvenes estudiábamos mucho, apenas había otra cosa que hacer y los piadosos recibían la influencia del Padre Llanos que predicaba la solidaridad con los pobres o de Raimundo Panikker, que proclamaba la intelectualidad católica.
Un ministro amigo entregó al Opus el CSIC y allí se desarrollaron muchas vocaciones científicas aunque el pensamiento filosófico era imposible, entre otras razones por la censura de lecturas que se practicaba en la organización y que tenía, y tiene, un índice de libros prohibidos mayor aún que el del Vaticano. (klik egin-ver más)
Alberto Moncada, en el XXXI Congreso de Teología de la Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII
No hay comentarios:
Publicar un comentario