Cuéntase que a un sastrecillo de Lerga (Navarra) que iba a coser a Ujué, hizósele de noche en el camino.
Próximo ya al pueblo a donde se dirigía, hubo de enganchársele la capa en una de las numerosas zarzas que bordeaban el camino con lo que el hombre, presa de horrible pánico, quedó sujeto toda la noche pues ni se decidía a abandonar la pañosa ni tenía tampoco valor para volver la cara y disputar la prenda al nocturno asaltante. (klik egin-ver más)
Mikel Burgui, en su blog
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