Como una roca frente a la galerna. O como un mástil sin bandera ante el viento. Así ha resistido, y ganado, durante diez años, Pascual Carrión, un pastor y agricultor de Jumilla, cuyo empecinamiento para defender lo suyo ha dado al traste con la pretensión urbanizadora desmedida de una empresa apoyada por el Ayuntamiento. Su historia es reflejo de cómo se hicieron las cosas hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria. (klik egin-ver más)
Vidal Coy, en El Confidencial
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