
La constitución española resolvió mal esta segunda cuestión porque consolidaba la desigualdad en la atribución de derechos que conforman las distintas naciones que cohabitan en el Estado. La soberanía quedaba residenciada en el pueblo español, o la nación española, y se constituía en sujeto político como instancia de legitimidad para disponer de su propia constitución. Al pueblo vasco, o nación vasca, no le asistían los mismos derechos que a la nación española. Ese es el nudo fundamental del conflicto nacional. (klik egin-ver más)
Xabier Barandiaran, en El Diario Vasco
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