Entre 1945 y mediados de los setenta el mundo occidental apuntaló los cimientos de los Estados del bienestar. Fueron “los 30 gloriosos años”, como se conocieron en Francia. Un tiempo en el que prevaleció un contrato entre el capital y el trabajo, en el que el Estado-Nación tenía un rol de regulador de los excesos de la economía del mercado, en el que el horizonte de futuro era el del “ascensor social” o en el que el gasto social alcanzaba niveles insospechados unas décadas antes. (klik egin-ver más)
Oscar Mateos y Jesús Sanz, miembros de Cristianisme i Justícia, en Sin Permiso
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