
Pese al azote del fuerte viento que no amainó en toda la jornada, los olitenses volvieron a congregarse en torno a Santa Brígida y su ermita. Después de la habitual misa, la mayoría de los visitantes se desplazaron hasta la campa del monte, donde, por segundo año, la asociación de comerciantes ComOlite atrajo el foco de la atención con el sorteo de lotes de cajas de aperitivos que se repartieron 12 cuadrillas afortunadas.
Por la tarde, las fogatas poblaron el monte para alimentar calderetes y costillas. El sorteo del Bingo en beneficio del Erri-Berri, muy repartido este año, también aglutinó a buena parte de los presentes que disfrutaron de uno de los días señalados en el calendario local. El único incidente destacable ocurrió muy de mañana, cuando una furgoneta ardió parcialmente pero no hubo que registrar daños importantes. Además, en esta ocasión, los polémicos controles de alcoholemia no se pusieron hasta muy entrada la noche.
El Olitense
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