
El 30 de agosto de 1936, Juana Josefa Goñi Sagardía, una enigmática mujer, embarazada de siete meses, desapareció de la tierra con sus seis hijos menores de edad. Según rumor popular, fueron arrojados a una sima de Gaztelu, en los parajes navarros del país del Bidasoa. Este crimen, seguramente el más estremecedor de los cometidos en la guerra civil, ha estado 80 años bajo un manto de silencio. Ni familiares, ni vecinos, ni historiadores se aventuraron a buscar explicación a lo ocurrido. El rumor, el tabú y el mito ocupan hoy día el lugar de la verdad y la reparación.
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