El secretario de Política Municipal del PSN, Ramón Alzórriz, ha protagonizado una de las noticias políticas del día, al pedir el apoyo de I-E y Podemos para mantener el sábado las alcaldías de Ansoáin, Mendavia, Cascante y Viana. Fuera del hecho de ser su partido segunda fuerza en todos ellos, los cuatro casos tienen muy poco en común. En Cascante necesitaría el apoyo de la CIC, coalición independiente de presunta proximidad con I-E, para arrebatar la alcaldía a UPN. Lo mismo que en Mendavia, pero recurriendo en este caso a Mendavia Decide, afecta al entorno de Podemos. Pero será con dichas agrupaciones con quienes tendrán que hablar en cada pueblo, los partidos aludidos no son quiénes para decidir. En Viana, donde también son primera fuerza los regionalistas, el PSN necesitaría, además del apoyo de Cambiemos Viana, el de Geroa Bai o el de EH Bildu. Y a estos últimos, vencedores en Antsoain, a los que quieren arrebatar la alcaldía, ocultando que además de la complicidad de I-E, necesitarían también la de UPN, o alternativamente la de Geroa Bai, para sumar mayoría. Demasiado enrevesado y contradictorio todo. Lo peor es que Alzórriz practica un chantaje insinuado al mezclar estas pretensiones con el apoyo que necesitarán ACI en Corella, Izquierda-Ezkerra en Tudela e Izquierda Unida en Castejón para poder gobernar. Tan estúpido o tan antiético que el PSN haría bien en aclarar si estas declaraciones son una muestra de inmadurez política de Alzórriz o las respalda.
Son de gran interés al respecto las reflexiones que estas líneas que dedica al tema el vecino de Ansoain Koldo Pla, miembro de Batzarre y de la Asociación de Memoria Histórica de Navarra.
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