Contra lo que la prensa dice, los refugiados no son esos hombres, mujeres y niños que llegan a Europa huyendo de la guerra y la barbarie, que se juegan la vida cruzando el mar en pateras o escondidos en camiones, que caminan durante días por las vías de los trenes en hileras, que saltan de noche las alambradas de las fronteras; los refugiados somos nosotros, los europeos, que nos parapetamos detrás de aquéllas y de nuestros pasaportes, nos protegemos con policías de los que llegan desde otro mundo, nos refugiamos, en fin, de los desesperados en nuestros privilegiados países como nuestros ricos hacen en esas urbanizaciones que rodean de vallas y de sistemas de protección para que nadie altere su felicidad. Nosotros somos los que nos refugiamos detrás de nuestros Gobiernos, pero, como no lo sabemos o no podemos reconocerlo, llamamos refugiados a los que vienen pidiendo ayuda como siempre hicieron los pobres y los desheredados de la fortuna en la historia. (klik egin-ver más)
Julio Llamazares, en El País
Juantxo, el comentario que enviaste está publicado allí donde lo situaste tú mismo: en el blog auxiliar. Pulsa el "klik egin-ver más", y donde termina el artículo está tu comentario. Desde el mismo día que lo recibimos
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