Reanudamos tras una interrupción de casi seis años esta sección montañera de Gerinda Bai impactados por la ascensión que realizamos ayer jueves a una cumbre del extremo N. de Navarra: Irubelakaskoa o Alkaxuri, que de las dos formas es denominada. Una montaña apenas conocida en nuestro ámbito, hasta el punto de que una de las más completas guías navarras, la de los hermanos Feliu de 1997, para nada la menciona.
Irubelakaskoa (965 m), una pirámide cercana a la perfección, tiene, sin embargo, una acusada personalidad, con su bellísimo perfil, que le ha hecho merecer una extendida consideración entre la comunidad mendizale como una de las más hermosas montañas de Euskal Herria. Al O. de Iparla, de la que le separan menos de tres kilómetros en línea recta por encima del recóndito valle de Urritzate, está enteramente, desde su base, en territorio alto navarro, pero es muchísimo más frecuentada por excursionistas del otro lado de la muga. De hecho, ayer, día laborable, nos encontramos en la bajada con cuatro personas, que unas caminando, otras corriendo, ascendían sus duras y ásperas rampas partiendo de la fronteriza venta Sumutsu, a la que únicamente es posible acceder en vehículo a motor desde la bajonavarra Bidarrai. También se puede llegar desde Otsondo a través del valle de Aritzakun, pero la circulación está limitada a vehículos expresamente autorizados. Una llamada al Ayuntamiento de Baztan nos había servido para confirmar la prohibición, y un habitante de la Sumutsu, probablemente el único que en la actualidad vive en este enclave estratégico hasta tiempos recientes, nos lo argumentó: "Estaría bueno que unos pocos paguemos el mantenimiento de la pista para que luego venga aquí todo el que le dé la gana". Este aislamiento explica ese desconocimiento que el gran público de la Comunidad Foral tiene de esta singular prominencia baztandarra.
La excursión, que salva en unas dos horas casi 800 metros de desnivel, satisface al más exigente. La subida es dura e incómoda, por terreno pedregoso formado por bloques de arenisca. Todo por senda, ni un trocito de pista una vez que se recorren 50 metros por el camino que de Sumutsu se dirige a Aritzakun. Ni un respiro en la ascensión hasta que en las proximidades del collado de Ezkieta se descienden unos pocos metros para introducirse en un bellísimo bosque de hayas y acometer después la atractiva arista NE. El esfuerzo queda compensado con las amplias vistas que nos ofrece la cumbre en todas las direcciones salvo hacia el E por la superior altura del macizo de Iparla.
Tanto el collado Gorosti, también accesible desde Sumutsu, como el de Itzulegi, si vamos desde Otsondo o desde Amaiur, o el de Meaka, partiendo de Erratzu, ofrecen rutas alternativas, pero la reseñada, es sin duda, la de mayor carácter alpino.
La excursión, que salva en unas dos horas casi 800 metros de desnivel, satisface al más exigente. La subida es dura e incómoda, por terreno pedregoso formado por bloques de arenisca. Todo por senda, ni un trocito de pista una vez que se recorren 50 metros por el camino que de Sumutsu se dirige a Aritzakun. Ni un respiro en la ascensión hasta que en las proximidades del collado de Ezkieta se descienden unos pocos metros para introducirse en un bellísimo bosque de hayas y acometer después la atractiva arista NE. El esfuerzo queda compensado con las amplias vistas que nos ofrece la cumbre en todas las direcciones salvo hacia el E por la superior altura del macizo de Iparla.
Tanto el collado Gorosti, también accesible desde Sumutsu, como el de Itzulegi, si vamos desde Otsondo o desde Amaiur, o el de Meaka, partiendo de Erratzu, ofrecen rutas alternativas, pero la reseñada, es sin duda, la de mayor carácter alpino.
Extensa,prolija y detallada descripción de accesos itinerarios y características del lugar. El nombre me sonaba pero ahora ya a sabiendas, que menos qué anotarlo en la agenda para una futura excursión. Gracias como siempre por estos aportes
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