lunes, 31 de octubre de 2016

PIRRO

Otra victoria como ésta y volveré solo a casa. Pirro, rey de Épiro, no era un general cualquiera. Cuando pronunció estas palabras, en el año 275 antes de Cristo, era ya uno de los mejores estrategas militares de la Edad Antigua. Esa condición le permitió apreciar con claridad las consecuencias de la batalla de Benevento, donde logró hacer retroceder a las legiones de la República de Roma sólo a costa de perder a sus mejores hombres. Sus enemigos habían aprendido a detener a los elefantes, arma decisiva en muchos de sus triunfos, con flechas incendiarias. Al comprobar que los animales, desorientados y furiosos, aplastaban tanto a sus propios soldados como a los del enemigo, Pirro decidió retirarse, regresar a Épiro con lo que quedaba de su ejército. Eligió salvar a sus propios hombres al precio de abandonar a sus aliados, aunque esto implicara dejar la Magna Grecia en manos de unos enemigos, los romanos, que jamás habían logrado derrotarle en el campo de batalla. Luego la posteridad fue injusta con él. Su memoria pervive en una expresión —victoria pírrica— que antepone los costes de su último triunfo, un desastre del que no fue culpable, a los motivos que justificaron su retirada. A lo largo de la Historia, antes y después de Pirro, innumerables generales, con muchos menos laureles que los que llegaron a acumularse sobre la cabeza del rey de Épiro, han escogido el camino de su gloria personal por encima de cualquier otra consideración, invocando sus éxitos pasados para obligar a sus tropas a combatir hasta la extenuación, sin calcular las consecuencias. No sé si Susana Díaz conoce esta historia. Debería tenerla en cuenta porque yo diría que, después de otra victoria como ésta, igual le toca volverse sola a casa.
Almudena Grandes, en El País

1 comentario:

  1. Quienes supimos, allá, por los años 80, que Felipe González traicionaría a la izquierda en general a y los socialistas en particular (-y no porque tuvimos una bola mágica sino por las renuncias que ya empezaban a ser frecuentes. Ejemplos: del Nafarroa Euskadi da, un partido socialista para el conjunto de EH y Derecho a Decidir, se pasó a todo lo contrario)… ya intuimos que iban a preferir ser una pata de la mesa de ese Estado bajo ideología nazional católica enmascarado de democracia antes que pelear por la República.

    Pero si el ardid de entonces tenía una coartada infalible: la esperanza y borrachera colectiva que suponía -por fin- un gobierno de izquierdas inexistente desde 1939 y no haber antecedentes durante esos largos años… el ardid de hoy carece de esas condiciones y coartada pues a diferencia que en el pasado cercano han gobernado ya, han sido corruptos hasta pasar vergüenza ajena y son muchas las traiciones y don dije.. ahora dijo…. Por tanto, esta vez sí que se han quemado todas las naves y se han convertido en una marca blanca del PP porque defienden lo mismo y de la misma forma. Sólo habría una posibilidad de permanecer y ser necesarios: todavía no hay una derecha española a nivel estatal democrática, es decir, que defienda la unidad de España por medios democráticos y no por los del franquismo. Una derecha que asuma el derecho a decidir: independencia, monarquía, laicismo……….

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