viernes, 31 de marzo de 2017

CARRERO BLANCO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS

La Audiencia Nacional ha ascendido a Carrero Blanco a los cielos más aún que la bomba de ETA y ha tirado a la Justicia española a una cuneta con el resto de las víctimas del franquismo. Eso han hecho tres jueces de la Audiencia, Juan Francisco Martel, Carmen González y Teresa Palacios, que han condenado a la tuitera Cassandra Vera a un año de cárcel por sus chistes sobre el presidente del gobierno franquista al que consideran víctima del terrorismo. Niego la mayor. Carrero no es víctima del terrorismo, es verdugo de un régimen terrorista, que es justo lo contrario.
Todo está al revés en esta insostenible, incongruente y grotesca sentencia propia de un sistema totalitario, no de una democracia. Se juzga en serio el humor, la libertad de expresión se castiga con cárcel y se llama terrorismo a la sátira, terrorista a quien bromea y víctima a la mano derecha de un dictador. Es un insulto a las verdaderas víctimas, las del franquismo, y a sus familias, que no han podido ver cómo se juzga a sus torturadores y asesinos, pero tienen que leer que uno de los máximos responsables del régimen merece “respeto y consideración”. Él no lo merece porque no es víctima y por tanto tampoco lo son sus familiares. Respeto y consideración merecen los muertos en las cunetas, no el régimen que los enterró allí. (klik egin-ver más)
Javier Gallego, en eldiario.esred

1 comentario:

  1. ¿Qué hacemos para que esto no suceda más? Poco. Más bien nada. Protestar de la forma menos arriesgada y con la fórmula menos hiriente. Cometemos el error de hacer siempre bueno el discurso ideológico de los malos y corruptos gobernantes que tenemos. Con ETA, concretamente, hemos asumido su historia, su final, exactamente como nos lo venía contando el PP y claro: ¿cómo deslegitimar lo que no paramos de legitimar si lo asumimos y lo hacemos nuestro?

    Nuestra sociedad actual esta esclava de la corrupta paz -la PAX- que nos han inoculado los que todo lo han conseguido mediante la guerra, el matar, la violencia… Y son ellos quienes nos dicen qué es PAZ y qué no lo es. Y lo único que hemos hecho es, como buenos alumnos, aprendernos la lección de carrerilla, irreflexivamente; sin saber que el que no aprende más de lo que le enseñan, es toda su vida un burro. Nos comportamos como ese grupo infame que fue “Gesto por la Paz”, quienes se movían contra la muerte de personas pero sin querer saber de las causas que hacían matar: porque matar nunca está justificado. MINTIERON. MIENTEN. Para este grupo de moral corrupta era igual “matar en defensa propia” que “matar por todo lo contrario”; que una madre mate por defender a su hijo, que quién mata siendo el agresor que ataca al hijo de otro. Y mientras conformamos sociedades en las cuales nos han mentalizado que no se puede ser violento ni matar por causas tan justas como básicas, mataríamos sin dudarlo por tonterías que ningún bien nos hacen: mataríamos si nos prohibieran el futbol, la religión, los coches contaminantes, comer comida basura…….. Y sí. Hemos asumido que cualquier injusticia social que padezcamos nunca puede ser combatida de forma violenta y mortal “porque eso no está bien”… Poco importa que esté mucho peor el cómo nos gobiernan que el cómo nos rebelamos los gobernados. Y por eso nos hacen todo lo que nos hacen: porque nos han seducido de que por mucho mal que nos hagan es peor responder a ese mal violentamente. Y es ahí donde tenemos que cambiar nuestro chic 180º. Al contrario, es el Poder, los gobernantes, los que deben saber que corren peligro de violencia si nos gobiernan mal, injusta y abusivamente…Esta es la forma con la cual seríamos respetados y temidos y procurarían no asaltarnos en nuestros derechos y necesidades al contrario de como hoy, sin embargo, no dudan en hacerlo porque nos saben dóciles y cobardes de defendernos de las agresiones ya que nos han inutilizado mediante esa idea troyana de LA NO VIOLENCIA: ninguna CAUSA JUSTA deja de serlo si la defendemos violentamente; toda CAUSA JUSTA hay que defenderla: primero pacíficamente, luego violentamente; ninguna causa injusta debemos soportar porque no sea aparentemente violenta, si bien toda causa injusta ya es violenta.

    Estamos en una sociedad que prefiere soportar la injusticia antes que recurrir a la violencia para combatirla: estamos en una sociedad esclava…. Estamos en una sociedad que obliga a padecer la injusticia a quien la sufre en silencio, sin perturbar la “paz” ajena que no es paz, sino egoísta indiferencia. Estamos en sociedades a las que les parece una carga insatisfactoria tener que molestarse en defender a la víctima si para ello hay que incomodarse con el verdugo, el gobernante. No hay mejores sociedades para inocular la falsa “no violencia” que aquellas que no quieren preocuparse por los demás: que cada cual se saque las castañas… Somos pues carne de gobernantes corruptos, violentos y totalitarios. Harán de nosotros lo que quieran. Y lo están haciendo.

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