No me acaban de gustar ni de convencer las etiquetas sociológicas y periodísticas que aglutinan a miles de personas bajo un mismo concepto y tampoco las estadísticas que interpretan con porcentajes numéricos esas etiquetas. Y entre las que menos me gustan está la que etiqueta como ninis a los jóvenes que ni estudian ni trabajan ni buscan empleo. Me parece una simplificación con peligrosas connotaciones negativas de aquellos jóvenes menores de 30 años que por diversas causas -sociológicas, familiares, académicas, laborales- han quedado excluidos del mercado de trabajo y en buena parte excluidos también de la rueda diaria de la sociedad. Muchos de ellos han sido víctimas directas -como los parados mayores de 50 años de larga duración- de estos 10 años de crisis, han tenido pocas o ninguna oportunidad laboral y sobreviven desencantados a un presente que les dificulta, cuando no imposibilita, cualquier posibilidad de independencia personal. Esos jóvenes, como los cientos que se han visto obligados a emigrar a otras tierras en busca de trabajo, no son ninis, son talento y preparación que no encuentra salida laboral por culpa de un modelo social y económico que ni les da oportunidades, ni trabajos en correspondencia a su cualificación, ni salarios a la altura de su preparación. Posibilitar que ese valor humano encuentre su lugar, se incorpore a la sociedad con oportunidades, garantías y derechos y reinvierta su aportación en Navarra es otro reto político y social imprescindible de este presente.
Joseba Santamaría, en Diario de Noticias
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