
El fondo del 155 pasa por ser el convencimiento de que las instituciones propias de los distintos territorios son una gracia que les concede Madrid y que por tanto se pueden revertir cuando se quiera. Es un pensamiento de metrópoli. En el caso navarro, quien aplicó el 155 fue el ministro de Hacienda Germán Gamazo. De un plumazo, se ventiló la piedra angular de la autonomía navarra que había sobrevivido al abrazo de Bergara: su Hacienda propia. Y los navarros se echaron a la calle. (klik egin-ver más)
Aritz Intxusta, en GARA
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