viernes, 24 de noviembre de 2017

LO DE LOS PRINCIPIOS

Contaba en 2016 en una entrevista Carlos Pérez Nievas (líder de Ciudadanos en Navarra, a solo 136 votos de obtener un parlamentario en las forales de 2015) que poco antes de aquellos comicios le llamó Javier Esparza -UPN- para ir juntos a las elecciones, un intento de UPN dentro de su estrategia de todo vale que fue desestimado por Ciudadanos desde Madrid. Entonces, Pérez Nievas afirmaba que “las políticas básicas en salud, educación y política social deben estar gestionadas por el gobierno central”, algo curioso en quien ha sido consejero de Educación apenas unos años antes gracias a CDN, un partido profundamente foralista, pero ya se sabe que estos son mis principios pero si no le sirven tengo estos otros. Ahora, Pérez Nievas y Ciudadanos en Navarra y en España llaman cuponazo al cálculo del Cupo Vasco, el homónimo al concierto navarro, dos situaciones recogidas por esa Constitución que dicen respetar pero a las que, en el fondo, pretenden despojar de su mayor contenido posible -“armonización fiscal” es despojar de autogobierno-, achacando que no se sabe por qué se paga una cifra u otra y que eso lleva a que no se sepa si Navarra y País Vasco son o no “corresponsables y solidarias”, cuando Navarra y País Vasco llevan decenas de años aportando más porcentaje de su PIB a España que el peso real de su economía dentro de España. En cualquier caso, Ciudadanos está en su derecho de plantear el modelo que le plazca, pero de lo que no cabe duda es de que ir laminando los fueros no les supondría problema ninguno. Y a Javier Esparza esto, como ya se vio en 2015, le importa un higo y sería capaz de ir con ellos feliz de la vida, porque los fueros están a siglos luz de lo que quieren de verdad: el poder, a cualquier precio, autogobierno en retirada o eliminado incluido, como ya se vio cuando Salvador (UPN) votó en el Congreso por recentralizar competencias en Educación.
Jorge Nagore, en Diario de Noticias

1 comentario:

  1. Con el Cupo –ese becerro de oro- se hace bandera de una soberanía que no tenemos. Defender los fueros vascos –como lo son los navarros, pues así lo dice el monumento a los fueros del pso. Sarasate (de los cuales UPN se hace el sueco)- debería ser defender la igualdad y la bilateralidad con derecho a la independencia de forma unilateral cuando aquellas son saboteadas. La autonomía que tenemos al ser folclórica no nos otorga ninguna herramienta para sancionar al Estado que incumple, pero en cambio son demasiadas las herramientas que el Estado posee para someternos incluso cuando el infractor es Él: estamos bajo la espada del 155, del 8º y otros aceros constitucionales…. Tener Cupo, por tanto, no nos concede ninguna soberanía, ni siquiera económica. En Navarra, hasta ayer mismo, todos los gobiernos forales han estado bajo mano de partidos pro-estatales (UPN) o estatales. Por tanto, con Cupo o sin él, la gobernanza ha sido ejercida para garantizar los deseos del Poder Central, eso sí, pareciendo todo muy navarrísimo. En la CAV se ha venido confundiendo al PNV con Euskadi y de ahí se ha hecho del Cupo, de la administración económica, mimetismo con soberanía. Bastó que gobernara 4 años el PSE con apoyo del PP –tras la ilegalización de Batasuna- para poder comprobar cómo la soberanía que proporciona el Cupo es tan efímera como cuando gobierna el PNV. Porque el quid de la cuestión está en que a través del Concierto vasco un partido minoritario como el PNV (o Geroa Bai en Navarra) –minoritario dentro del marco estatal español- puede manejar una cantidad ingente de dinero –los presupuestos autonómicos- que de otra forma no podría. Lo del PNV recuerda más al caciquismo y a los clanes anglosajones donde a cambio de gobernar a su “tribu” haciéndoles creer que son una autonomía, el Poder central le permite dicho privilegio, el Cupo. Este Cupo fruto de la imposición y no de la soberanía es un puntal del tinglado del régimen del 78 y como tal defenderlo tal cual se hace (y siendo lo que es y no lo que debería ser) es contribuir a mantener las cosas “atadas y bien atadas”.

    En democracia todos los deseos políticos deben ser posibles siempre que se sometan a los DDHH. Por tanto los deseos políticos de CIUDADANOS son tal validos como los de ERC o los de BILDU. Sin embargo hay que recordar al C’s que ellos impiden y por medios no democráticos los deseos políticos de “otra forma de entender España”. Esa España no monárquica, no católica, no monolingüe, no centralista…. que tiene derecho a existir tanto o más que la centralista, nazionalcatólica, indivisible y rojigualda. Quienes pretender anular los fueros vascos deben ser consecuentes y asumir que no hay indivisibilidad ni nacionalcatolicismo intocable ni inmutable.

    Por otro lado defender los fueros vascos debe ser un ejercicio sincero sin espacios para las medias tintas. Los fueros son hablar de tú a tú y cuando una de las partes o las dos no estén conformes, la independencia, la separación, es la salida a la crisis. En ningún caso, como en el actual, debemos aceptar unos fueros en los que una parte, la parte vasca, nunca puede hacer otra cosa que asumir todo lo que se le imponga y encima asumirlo aparentando ser fruto de un acuerdo entre iguales, que es lo que se ha venido haciendo desde 1979… De ahí la insoportable hipocresía habitual del PNV y los deseos desesperados de la IA por arrastrar al PNV hacia la independencia. Porque, no nos engañemos, la independencia no es ninguna aventura descerebrada sino el camino lógico a transitar si tuviéramos esos fueros vascos que no tenemos.

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