El auto aprobado por unanimidad de los tres magistrados de la Sala de lo Penal del TS no solo es discutible y opinable, como lo es cualquier acto jurídico que afecte a la salvaguarda de los derechos de los ciudadanos, sino que en el caso que nos ocupa, lo es también por lo que tiene de incursión de la política en el mundo de la justicia, empezando por el gobierno español y siguiendo por la Fiscalía General del Estado. Así, lo que no es delito en Bélgica se retira y no pasa nada y, lo sea o no en España, que se decidirá en todo caso en un juicio, acaba siendo que sí por la vía de los hechos y para ello se utiliza la prisión preventiva.
José Antich, en elnacional.cat
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