
Hay un punto que hay que tener en cuenta: el poder fáctico desechó a la democracia como instancia de negociación y marcha hacia un enfrentamiento radical contra los sectores populares, en una guerra de imposición ideológica que tiende a borrar las conquistas sociales, inclusión social y de redistribución de la riqueza de la etapa del progresismo, que incluye confrontaciones de clase, de grupos étnicos, de género. (klik egin-ver más)
Aram Aharonian. Periodista y comunicólogo uruguayo. (publicado por Rebelión)
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