
Creyó que Errenteria era el símbolo para defender la libertad, y se olvidó que nuestro municipio ya está haciendo su camino de la libertad. No preguntó, no quiso saber, no se preocupó si el acto que se celebraba dificultaría el camino ya muy difícil de la reconstrucción social. Simplemente vino, y quiso dar una lección a un municipio que pasó de ser el símbolo de la violencia a ser el símbolo de la convivencia y la paz hace ya unos años. (klik egin-ver más)
Julen Mendoza, alcalde de Errenteria (en El Diario Vasco)
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