Hace tiempo ya que se inició esta legislatura, y con ella vinieron cambios respecto a la anterior, entre ellos actitudes distintas en relación a la política de memoria histórica y, más en concreto, en la forma de tratarnos a los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado. Sí, víctimas del terrorismo de Estado, término éste que parece no existir en el vocabulario de la mayoría de los políticos, ni en el de ninguna institución oficial, disimulándolo con expresiones como "hechos luctuosos" o "trágicos sucesos" y, en el mejor de los casos, como "víctimas de la violencia política".
Asistimos últimamente a una serie de intervenciones y artículos en prensa en las que, personas que no han sufrido lo que nosotras, parece ser que son capaces de saber y de categorizar el dolor de unas y otras y afirmar que unas sufrieron más que otras, o de poner cifras encima de la mesa. Afortunadamente, también hay otras personas que, como sucedió en un encuentro que tuvo lugar en el Parlamento de Navarra entre un familiar de una víctima de la violencia del Estado y una víctima del atentado de Hipercor, promovido por el Foro Social, nos abre una puerta al entendimiento y a la solidaridad entre todo tipo de víctimas. Porque todas hemos sufrido, y todas lo hemos hecho de una forma injusta y cruel, aunque algunas hayan sido merecidamente reconocidas y otras todavía esperamos ese reconocimiento que también merecemos. (klik egin-ver más)
Txaro Arregi Marín (Hermana de Mikel Arregi Marín), Aitziber Berrueta Mañas (Hija de Angel Berrueta Legaz), Aingeru Cano Perez (Hermano de José Luis Cano Perez), Eneko Etxeberria Álvarez (Hermano de José Miguel Etxeberria Alvarez 'Naparra'), Fermín Rodriguez Saiz (Hermano de Germán Rodriguez Saiz), Begoña e Idoia Zabaltza Gárate (Hermanas de Mikel Zabaltza Gárate)
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