Quédense con un término que va a ser clave para explicar esta legislatura: el 'lawfare' o guerra jurídica. Un neologismo inglés que viene de fusionar las palabras 'law' (ley) y 'warfare' (guerra). Esa warfare consiste en judicializar la vida política para paralizar al Gobierno. Es un intento de ganar en los tribunales lo que no se logró en las urnas. Es una quiebra de la separación de poderes, donde el poder judicial se extralimita y asume funciones que no le corresponden, con el apoyo de los poderes económicos y de los medios de comunicación.
En los casos más extremos de Lawfare –como la conspiración judicial contra Lula en Brasil– las togas sustituyen a los tanques.
Este lunes tuvimos un primer ejemplo: la amenaza de PP, Ciudadanos y Vox de denunciar ante los tribunales un supuesto delito de revelación de secretos cometido por el Gobierno por la aún más supuesta filtración a ERC del contenido del informe de la Abogacía del Estado sobre Junqueras.
Ignacio Escolar, en eldiario.es
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