
Pasó el verano y el 13 de octubre todos los servicios informativos de la noche abrieron con la misma noticia. A las seis de la tarde, la Policía española había rodeado la sede del sindicato LAB y se había llevado detenidos a nueve dirigentes de la izquierda abertzale. Después de escuchar sus declaraciones, Baltasar Garzón encarceló a Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez. El magistrado acusaba a los impulsores de Bateragune de formar parte de ETA. Su argumento era que los acusados pretendían forzar un alto el fuego y concurrir a las elecciones municipales y forales de 2011. (klik egin-ver más)
Jonathan Martínez, en kamchatka.es
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