domingo, 20 de septiembre de 2020

LA MUERTE MISTERIOSA DE ANDRÉS JASO, EL FUTBOLISTA ROJILLO CAÍDO EN LA GUERRA


       A Demetria se le secaron los ojos de llorar. La Guerra Civil le arrancó a tres de sus cinco hijos. Para digerir la pena partía sus fotografías en trocitos y se los tragaba con la ayuda de un vaso de agua. A su nieta Áurea se le quedó grabada la escena. La mujer, que acaba de cumplir 93 años, sigue buscando los restos de su padre y de sus tíos. Uno de ellos, Andrés Jaso, jugó en el Club Atlético Osasuna, fundado hace un siglo en el Café Kutz de Pamplona. Sus precursores eran simpatizantes comunistas y nacionalistas vascos luego represaliados tras la contienda. De hecho, dieron un nombre en euskera al equipo. Significa "salud". Que se les reconozca como rojillos, en cambio, es fruto de la indumentaria, del mismo color que la bandera de Navarra. Historias que ahora recupera Mikel Huarte en Rojos. Fútbol, política y represión en Osasuna (Txalaparta).

          Jaso nació en 1912 en Mélida, un municipio de la ribera navarra. Su familia era campesina y él comenzó a destacar muy pronto en el fútbol. Su sobrina relata que pateaba todo lo que encontraba y que Demetria le reñía porque “no ganaba para alpargatas”. A los 16 años debutó en el equipo de su pueblo y dos años más tarde ya jugaba en Osasuna, entonces en Tercera División. De allí pasó al Zaragoza, al Sabadell, al Levante y al Valencia, con el que jugó un partido en Primera. “Era un delantero con un disparo potente que interesó al FC Barcelona”, presume Áurea. Su último equipo fue el Sporting de Gijón, que le reclutó en 1935 para ascender a la máxima categoría. Estuvieron cerca. Luego llegó la lesión en la cadera y un trágico final.   (klik egin-ver más)

Fran Serrato, en El País

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