martes, 30 de marzo de 2021

85 ANIVERSARIO DE LA PRIMERA CEREMONIA CIVIL EN OLITE

 La olitense Fermina García y el pamplonés Santiago Roldán se casaron en el juzgado de Olite/Erriberri el 1 de abril de 1936 y con el gesto abrieron una rendija, que el golpe de estado cerró muy pronto, a la celebración de uniones civiles hoy comunes pero entonces de difícil encaje en una sociedad fuertemente jerarquizada y muy religiosa. Se cumple 85 de aquel paso valiente, que contó en el periódico “Trabajadores” Tomás Chivite Fernández.

 El semanario del sindicato UGT en Navarra, que funcionó de marzo de 1932 hasta el levantamiento franquista de julio del 36, recogió en su sección de Actos Civiles del número 261 (11-IV-1936) la crónica firmada por Chivite, que además de testigo y amigo de la pareja fue primer teniente de alcalde y destacado sindicalista.

El edil perteneciente a la conjunción republicano-socialista que gobernó la localidad destacó en su columna que la boda tuvo lugar no sin presiones de la “caverna” conservadora. A pesar de ello, la unión se celebró en un acto por todo lo alto, “animadísimo”, con el calor de la familia y “la mayor parte de los camaradas y simpatizantes de la UGT de Olite". Firmaron el acta como testigos el propio Chivite, que acabaría sus días exiliado en Chile, y Cesáreo Azcárate Domíguez, fusilado tras el golpe militar en el Perdón junto a su hermano Julián y que también había sido insumiso en la guerra contra Marruecos.

El relato de Tomás Chivite también se para en el contexto, en una comitiva desde la Plaza al juzgado a la que no faltaron “las gentes de la reacción” entre las que los convidados se abrieron paso como en una “procesión”: “creía que el acto se iba a celebrar en el mayor desorden, ¡pero qué decepción!”, escribe el que también fue fundador del PC olitense.

Tras la boda, “el novio quiso regalar una foto, hicimos un alto y unidos todos los camaradas con el puño en alto y al lado de nuestras banderas se tiró la placa”, en un lugar de la Plaza próximo a la fachada del actual bar la Fragua. “Esta fotografía nos servirá de recuerdo al grandioso primer acto civil celebrado en Olite”, añade el cronista.

La histórica imagen se corresponde con una serie de la que también se hizo muy popular otra foto en la que posan los invitados en la comida (Tomás Chivite está sentado sobre un garrafón). El narrador cuenta que después hubo café, música y baile. Lamenta que algunos músicos reaccionarios no acudieron al festín y, para terminar, da las gracias a los jóvenes contrayentes y pide que se imite el ejemplo de “esta valiente pareja a la que deseamos toda clase de venturas”.

El Olitense

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