La cifra de 30.117 es una subestimación. En primer lugar, los primeros meses de la pandemia se carecía de pruebas diagnósticas de infección activa y por tanto muchas personas fallecieron con sospecha de infección covid pero sin confirmación de prueba diagnóstica. En segundo lugar, más de la mitad de las infecciones en las residencias de personas mayores son asintomáticas y que con frecuencia los síntomas de presentación de la infección son diferentes a los de los adultos, ya que incluyen la anorexia, la confusión y el delirio, pudiendo haber fallecido sin el diagnóstico correcto. En tercer lugar, desde junio de 2020, en la Comunidad de Madrid no se incluyen como defunciones por covid en residencias aquellas de personas que han fallecido por covid en el hospital después de su traslado para recibir la asistencia sanitaria adecuada. Después de la primera ola, las defunciones en el hospital son la gran mayoría o casi la totalidad de las defunciones por covid en personas que viven en residencias y estimamos que en Madrid son más de 2.500. (klik egin-ver más)
María Victoria Zunzunegui, en CTXT
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