Este modelo, con matices, es habitual en muchos países. Ha proporcionado bienestar a las generaciones previas, con la promesa de dárselo también a las generaciones futuras, como parte ese pacto recíproco que genera.
Sin embargo, el mantenimiento y mejora del sistema público de pensiones debe basarse en la premisa de unos recursos suficientes. La hucha de las pensiones nunca fue un pilar fundamental, solo un mecanismo de nivelación, pero la rapidez con la que se ha agotado indica la fuerza de las tendencias demográficas que operan. (klik egin-ver más)
Carlos Andrés Uranga, en Diario de Noticias
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