La caída de la lira turca alcanzó un nivel aterrador para la población la semana pasada. Inmersa en una crisis monetaria durante más de tres años, Turquía ha visto su moneda perder más del 60 % de su valor frente al dólar y el 50 % frente al euro desde principios de 2021. El salario mínimo neto cayó así de 380 dólares a 220 dólares en solo un año mientras los precios se disparaban.
Sin embargo, el presidente Erdogan se niega categóricamente (él es quien dirige un Banco Central que ha perdido toda autonomía), a cambiar su política monetaria y aumentar las tasas de interés, lo que permitiría contener la inflación. (klik egin-ver más)
Uraz Aydin, para Viento Sur
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