Han creado auténtica alarma social las tajantes predicciones de la profesora zaragozana, según las cuales nuestra propia generación será testigo de la caída del cabezo de Castildetierra. Sabíamos que era frágil y su erosión irreversible. Pero de ninguna manera pensábamos que lo íbamos a ver nosotros. El desenlace se anuncia próximo y cualquier estrategia de estabilización se anuncia inútil e incluso inconveniente.
Lo más lamentable es ver cómo la intervención humana ha acelerado con toda probabilidad el proceso. Ecologistas en Acción aportó hace ya un par de años esta imagen en la que vemos a estos simpáticos domingueros trepando en sus minutos de gloria a pesar de las prohibiciones expresas. Indignante pero normal que ocurra si no existe ningún tipo de control. Porque se hace difícil saber quiénes son más cazurros, los de la foto o quienes desde las instituciones no han tenido la mínima sensibilidad para elaborar planes de turismo sostenible en la Bardena.
Praxku
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