La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha dado a conocer los datos referentes al índice de precios en origen y destino de los alimentos, estadística que todos los meses elabora junto a las organizaciones de consumidores.
La diferencia continúa haciéndose mayor, tanto en los productos de agricultores como en los de ganaderos. Los contrastes más llamativos de abril corresponden al limón (0'10 euros el kilo en origen y 1'43 en destino, lo que supone un aumento del 1430%), el calabacín (1206%), el pepino (1079%), la berenjena (703%), la cebolla (647%), la naranja (638%), la alcachofa (578%), el cerdo (504%), la manzana (469%), el ajo (467%) y la acelga (432%).
El transporte y el almacenamiento han podido encarecer por la influencia de las normativas europeas. Pero no hasta el punto de justificar ni de lejos semejante diferencia. La solución de la comercialización directa es una quimera porque la mayoría de los productores no están preparados para los trabajos de procesado y puesta a la venta que requiere. No hay otra solución lógica para esta escandalosa especulación que la intervención del Estado. Poner orden en la distribución de productos e imponer un margen máximo de beneficio para los intermediarios.
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