La retórica, la inacción general -especialmente frente a la crisis- y la represión de algunas libertades han ocupado el espacio de la política. Triste balance. El contraste entre la mirada autocomplaciente del lehendakari López sobre sus 100 días de gobierno y la realidad es notable. Augura un autismo institucional mientras que, como en un vodevil, asume papeles contrarios a la tradicional defensa de las izquierdas tanto de una política de libertades como de políticas económicas y sociales progresistas. Oirle al consejero de Economía y Hacienda, Aguirre, insistir en la virtud del recorte presupuestario en lugar de en las apuestas necesarias para salir bien de la crisis, social y económicamente, refleja tanto el miedo al "socio preferente" (la ahorradora derechona) como la ausencia de un proyecto frente a las crisis. (klik egin-ver más)
Ramón Zallo (DEIA)
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