
El presidente estadounidense, Barack Obama, se posicionó contra el golpe, pero no ha presionado a Micheletti lo suficiente como para que éste tenga que tirar la toalla. Micheletti intenta llegar hasta las elecciones de noviembre. Confía en que, finalmente, el resultado de esas elecciones sea reconocido por los gobiernos americanos, aunque, de momento, todos han asegurado que no lo harán. (klik egin-ver más)
Jesús Torquemada, analista internacional de EITB
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