Al inicio de los años sesenta el grupo de los auroros de Ujué menguó ostensiblemente ya que sus componentes fueron desapareciendo a causa de la emigración. Hubo un momento en que sólo quedó mi padre y éste salió en varias ocasiones en solitario a cantar la aurora y a ese hecho se refiere el poeta al componer sus versos.
Desde estas líneas vaya para Alfonso todo mi agradecimiento por su poema. (klik egin-ver más)
Mikel Burgui
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