
Vivimos días de exaltación nacionalista. Resulta que el Tribunal Constitucional en lugar de la toga se ha vestido con la camiseta de la roja y cuan forofo periodista deportivo de la SER ha decidido que Cataluña no es una nación y que el catalán como mucho es igual al castellano, que es la lengua única de toda la nación española.
La próxima virreina de Navarra ha decidido alterar el programa oficial de las fiestas de Sanfermin y ha autorizado, ¿y financiado?, que en el corazón de la ciudad se instale una pantalla gigante para ver la semifinal y la final del Mundial. Aparte de la falta de respeto al programa y a la propia fiesta, el objetivo claro ha sido convertir la fiesta popular en una exaltación nacionalista. Todos sabemos que era posible ubicar dicha pantalla en otro lugar, como por ejemplo la plaza del Baluarte, cerca de su amado Corte Inglés. Y ya veis que no soy tan malicioso como las autoridades municipales que sin ningún rubor ubican la fiesta de la escuela pública en euskera en Trinitarios. (klik egin-ver más) Erreniega
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