El partido se fue complicando para el colegiado, pero todavía estaba lo peor por llegar, ya que el portero suplente del Aurrera, que había salido en la segunda parte por lesión del titular, se dirigió al publico y se armó una bien gorda. Triste espectáculo el que se pudo presenciar. Los jugadores deben saber templar los nervios por mucho que le puedan decir desde las gradas y más cuando el partido ha finalizado. El público también debe saber animar siempre manteniendo las formas. (klik egin-ver más)
J.M.G. (en navarrafutbolclic.com)
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