Víctor Manuel Arbeloa, aquel famoso comisario de aquella famosa exposición que costó 3,7 millones de euros -íntegros de déficit para las arcas públicas, los 3,7 millones, ya que no la patrocinó ni el tato- y que salió a 110 euros por visitante -tuvo 33.300, de ellos miles de niños que lo mismo les daba que les llevasen de excursión a las Monjas Blancas-, Víctor Manuel Arbeloa, reitero, ha hecho bueno el slogan de aquella famosa exposición, organizada por los mismos que dicen querer sacarnos de la crisis: Navarra, un futuro entre todos. Porque entre todos y no de otra manera vamos a pagarle a Víctor Manuel Arbeloa la edición de su obra poética, un ladrillo de 800 y pico páginas que el Gobierno de Navarra ha sacado a la calle con nuestros dineritos. Cosas de Corpas, que está editando las obras de sus amigos visto que no se las edita nadie, se supone. Soy de la opinión de que a los 74 años -la edad del comisario- o se dispone ya del dinero suficiente como para editarte tu propia obra o, caso de no haberlo, se dispone de la decencia mínima para que si no te la edita una editorial privada arriesgando dinero privado es mejor que tu obra completa se la hagas leer en casa a los sobrinos, pero a los tuyos. El comisario habrá pensado que Navarra merece disfrutar de su obra completa y ahí que nos la ha endosado con la ayuda de Corpas, otro brillante editor de obra propia con dinero público. Éste es nuestra comunidad, hermanos y hermanas, un putiferio cultural de unas dimensiones apocalípticas en las que el consejero del ramo y unos cuantos colegas que no han vendido en los últimos 20 años ni medio ejemplar nos meten las manos en los bolsillos para -con perdón- pelársela mientras contemplan los lomos de su obra en el salón de su casa. ¡Viva la socialdemocracia cristiana!
Jorge Nagore, en Diario de Noticias
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