Debemos decir educadamente que lo anterior no es cierto. Basta leer los transparentes informes de Cáritas para comprobar que, al menos, en lo que respecta a financiación explícita, la aportación de la Iglesia no alcanza el 2% de su presupuesto, correspondiendo el resto a aportaciones públicas y particulares de la más diversa índole.
Pedro García Castrillo, en El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario