jueves, 30 de agosto de 2012

INVERSIÓN ESPECULATIVA

LA decisión del Gobierno de Sanz de invertir en 2005 dinero público en la compra de acciones de Iberdrola en la Bolsa fue una operación especulativa. Optó por jugarse 175 millones de euros a la ruleta bursátil de la especulación financiera en una operación que cuestionó la Cámara de Comptos sin que se le hiciera una vez más caso alguno. Ese dinero de todos los contribuyentes navarros -no salió ni del bolsillo de Sanz ni de las arcas de UPN- vale hoy ya menos de la mitad de lo que costó la compra del 1% de Iberdrola hace siete años y medio. El Gobierno de UPN siempre ha mantenido que la operación era rentable porque las plusvalías del valor de las acciones superaban al coste de adquisición, pero ya ni siquiera ese argumento se sostiene. Y en todo caso no pasaba de ser sólo teoría, porque la inversión en acciones sigue cotizando en Bolsa y los valores y beneficios en el parqué tienen siempre un valor hipotético hasta que no se retiran. Sin olvidar que ese dinero ha permanecido todos estos años inmovilizado en la economía especulativa, lo que ha impedido su uso en prioridades presupuestarias productivas, más ahora que las consecuencias de la crisis, la limitación de la capacidad de endeudamiento público y la caída de la recaudación fiscal están afectando a la calidad de servicios públicos básicos como la salud, la educación o la atención social. No hubo una explicación mínima entonces a la sociedad navarra, y sigue sin haberla. UPN nunca ha aclarado las razones de una operación que el paso del tiempo ha evidenciado como otra chapuza despilfarradora de millones de euros de dinero público. Pero tampoco hoy se exigen responsabilidades.
Joseba Santamaría, en Diario de Noticias

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